por Kike Pérez
el 14/12/2015
La tragedia natural vivida en la central nuclear de Chernobyl el 26 de abril de 1986, obligó al gobierno a evacuar la zona y las poblaciones adyacentes. Tras contener el reactor y estudiar el escape radiactivo, se determinó que la zona no era pata para la vida y 30 años después, la zona de exclusión permanece cerrada.
Las patrullas policiales vigilan el perímetro para evitar que nadie se adentre en razona radiactiva. A pesar de ello, Chernobyl y su atmósfera desoladora atraen a miles de personas cada año, deseosas de curiosear en sus calles y edificios vacíos.
Algo peligroso, ya que según indican los investigadores que trabajan en la zona limítrofe, la radiación es muy intensa en la zona centro. En cambio, la zona exterior parece estar sufriendo un inesperado cambio que ha dejado a los observadores de la vida silvestre de Chernobyl, gratamente sorprendidos.
Según explican, después de 30 años sin presencia humana en la zona, la vegetación floreció de forma abrumadora. Con grandes cantidades de comida, la población de herbívoros creció exponencialmente, y la zona se llenó de alces, ciervos, jabalíes, liebres y roedores.
Recetas y notas sobre ingredientes y métodos culinarios en varias culturas con énfasis en las cocinas mexicana, mediterránea, y la cocina hindú
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Saturday, December 19, 2015
Monday, December 14, 2015
Paris y el otro 99 por ciento del problema
Sergio Sarmiento
Durante décadas se nos ha dicho que la supervivencia misma del planeta depende de un acuerdo climático. El que 23 años después de la Cumbre de la Tierra de Río de 1992 haya surgido uno es suficiente para arrancar lágrimas a cualquiera.
El pacto aceptado por 195 países y la Unión Europea aún debe ratificarse. El problema es que los compromisos difícilmente se cumplirán, pero aunque se cumplan no limitarán el calentamiento global ni en 1.5 ni en 2 grados.
La meta de 2 grados es discrecional. No hay una cifra mágica por arriba de la cual el paraíso se convierta en infierno. De momento, sin embargo, la meta de 2 grados es incumplible. El acuerdo peca al poner como meta una temperatura, que es una consecuencia y no un factor. El clima, sin embargo, es un mecanismo tan complejo que no hay certeza sobre cómo llegar a ese objetivo de 2 grados.
Los compromisos de cada Gobierno son diversos. China, el país con mayores emisiones, no empezará a bajar las suyas hasta "alrededor del 2030". México, con menos del 1 por ciento de las emisiones globales, empezará casi de inmediato.
No hay claridad sobre cómo se gastarán los 100 mil millones de dólares anuales en subsidios. La experiencia sugiere que una parte se empleará en programas ineficientes y otra en corrupción.
En lugar de fijar objetivos voluntarios, el acuerdo debería buscar incentivos económicos para que personas y empresas, por beneficio propio, emitan menos gases. Un impuesto universal al carbono sería el instrumento más eficaz, pero nadie se atreve a proponerlo.
La prohibición a los subsidios a los combustibles fósiles reduciría en poco tiempo las emisiones, pero quizá porque sí funcionaría la propuesta ha sido descartada.
Para mantener el aumento de temperatura en 2 grados deberíamos reducir las emisiones de CO2 en 6 mil gigatoneladas, escribe Bjorn Lomborg en Forbes. Si todos los compromisos de la COP21 se cumplieran, lo cual es dudoso, las emisiones disminuirían en 56 gigatoneladas. Ya nada más falta resolver el otro 99 por ciento del problema.
Durante décadas se nos ha dicho que la supervivencia misma del planeta depende de un acuerdo climático. El que 23 años después de la Cumbre de la Tierra de Río de 1992 haya surgido uno es suficiente para arrancar lágrimas a cualquiera.
El pacto aceptado por 195 países y la Unión Europea aún debe ratificarse. El problema es que los compromisos difícilmente se cumplirán, pero aunque se cumplan no limitarán el calentamiento global ni en 1.5 ni en 2 grados.
La meta de 2 grados es discrecional. No hay una cifra mágica por arriba de la cual el paraíso se convierta en infierno. De momento, sin embargo, la meta de 2 grados es incumplible. El acuerdo peca al poner como meta una temperatura, que es una consecuencia y no un factor. El clima, sin embargo, es un mecanismo tan complejo que no hay certeza sobre cómo llegar a ese objetivo de 2 grados.
Los compromisos de cada Gobierno son diversos. China, el país con mayores emisiones, no empezará a bajar las suyas hasta "alrededor del 2030". México, con menos del 1 por ciento de las emisiones globales, empezará casi de inmediato.
No hay claridad sobre cómo se gastarán los 100 mil millones de dólares anuales en subsidios. La experiencia sugiere que una parte se empleará en programas ineficientes y otra en corrupción.
En lugar de fijar objetivos voluntarios, el acuerdo debería buscar incentivos económicos para que personas y empresas, por beneficio propio, emitan menos gases. Un impuesto universal al carbono sería el instrumento más eficaz, pero nadie se atreve a proponerlo.
La prohibición a los subsidios a los combustibles fósiles reduciría en poco tiempo las emisiones, pero quizá porque sí funcionaría la propuesta ha sido descartada.
Para mantener el aumento de temperatura en 2 grados deberíamos reducir las emisiones de CO2 en 6 mil gigatoneladas, escribe Bjorn Lomborg en Forbes. Si todos los compromisos de la COP21 se cumplieran, lo cual es dudoso, las emisiones disminuirían en 56 gigatoneladas. Ya nada más falta resolver el otro 99 por ciento del problema.
Sunday, December 13, 2015
Paris
Querida e increíble comunidad de Avaaz:
¡Los líderes mundiales acaban de fijar en las negociaciones sobre el clima de la ONU un objetivo histórico que podría salvar todo aquello que amamos! Es por eso por lo que salimos a la calle, firmamos peticiones, hicimos llamadas, donamos y mandamos mensajes. Es eso lo que habíamos anhelado: un enorme y radiante punto de inflexión en la historia de la humanidad.
Que visiones ambiciosas como estas se hagan realidad en nuestra vida diaria depende de los movimientos sociales, de su capacidad para integrarlas en el discurso predominante. El día de hoy no es una excepción:
Durante las últimas semanas, nuestra comunidad ha jugado un papel extraordinario al contribuir a que se aprobara este acuerdo histórico. Tras haber pulverizado los récords mundiales al salir a la calle por cientos de miles en todo el mundo, llevamos nuestras voces a la cumbre -- literalmente -- recibiendo a las delegaciones con un coro de mensajes personales de los miembros. Después, el equipo de Avaaz le entregó nuestra petición directamente al Secretario General de la ONU, dando comienzo a una serie de campañas increíbles.
Desde el disparo de salida hasta la línea de meta de la conferencia, cada vez que un gobierno bloqueaba el avance de las negociaciones, nosotros respondíamos, y cuando abrían camino, lo íbamos pregonando. Nuestra comunidad ha exigido a nuestros dirigentes que llegaran más lejos a través de 45 acciones diferentes en solo 14 días. Y hemos logrado un impacto increíble:
Y eso fue solo el principio -- nuestras marchas, mensajes y llamamientos en vídeo se exhibieron continuamente en el exterior de la sala principal de negociaciones. Todos los días, les recordamos a Jefes de Estado, ministros y a todas sus delegaciones nuestra presencia, llamándoles a la acción.
Después, tras haber empapelado París de carteles con las caras de los representantes de los peores grupos de presión de las empresas de combustibles fósiles y negacionistas del cambio climático, exigiendo a nuestros ministros que los ignoraran, ¡conseguimos que la representante de la mayor compañía minera del mundo se retirara del todo de las negociaciones!
Cuando se supo que Argentina y Arabia Saudita iban en contra del acuerdo, los miembros de Avaaz de estas dos partes del mundo iniciaron acciones urgentes y conseguimos una extensa cobertura mediática. En Argentina, inundamos de mensajes al nuevo presidente electo, que se había comprometido al uso de energías renovables, para que mandara una delegación a París. Y esta llegó en cuestión de días. El gobierno saudita estaba tan preocupado por la atención pública que un abogado llamó a nuestro equipo en representación del reino para decir que nos iban a demandar.
Y hace solo unas horas la ministra alemana daba las gracias personalmente a los miembros de Avaaz por hacer que ella y su delegación se sintieran respaldados constantemente durante todas las negociaciones.
¡Y esas son solo algunas de las increíbles campañas en las que hemos trabajado en este corto período de tiempo!
Todo el mundo esperaba que el proceso de la conferencia del clima resultara un fracaso. Los dirigentes nos decían una y otra vez que “a la gente no le importa el cambio climático”. Pero sabíamos que se equivocaban. Sabíamos que esta comunidad, formada por millones de personas, siempre elige salvar nuestro planeta como prioridad fundamental año tras año en nuestro trabajo juntos.
Desde 2007, en Bali, en Copenhague, en las cumbres del G7, en las capitales clave y ahora en París, así es como hemos contribuido a demostrar a los líderes lo equivocados que estaban:
Nos negamos a perder la esperanza (2010-2013): A pesar de que el resultado de Copenhague fue decepcionante, nuestro movimiento nunca perdió la esperanza. En lugar de eso, en cada país y a cada oportunidad que se nos presentaba, los miembros de Avaaz seguían luchando con uñas y dientes para lograr las políticas que necesitábamos en materia de cambio climático. Organizamos una protesta en la Cumbre de Durban en solidaridad con los países en vías de desarrollo, montamos vigilias con velas tras el desastre nuclear de Japón y creamos una petición mundial de 1,5 millones de firmas para salvar nuestra preciada Amazonía.
Construyendo nuestro movimiento (2010-2013): Copenhague nos enseñó que teníamos que ser mucho más grandes si queríamos derrotar a los grupos de presión de la industria de combustibles fósiles y convencer a nuestros dirigentes. Y eso es lo que hicimos: ¡pasar de ser 3 millones de miembros a ser más de 30 millones!
La marcha por el clima más grande de la historia (2014): Tras haber trabajado codo con codo con muchas organizaciones afines y después de meses de preparativos, organizamos la mayor marcha por el clima de la historia -- 400.000 personas en Nueva York y otras 300.000 por todo el mundo -- en vísperas de una crucial Cumbre sobre el Clima de la ONU. Todo para trasladar este potente mensaje: el mundo quiere energías 100% limpias. Semanas más tarde, EE.UU. y China firmaron un acuerdo histórico para reducir sus emisiones. El momento político en materia climática había cambiado.
La hora de los héroes climáticos (2015): Aprovechando el impulso de las marchas, pusimos toda nuestra atención en las economías más ricas y lo dimos todo para apoyar el mandato de Alemania en el poderoso G7. Fuimos miles los que financiamos encuestas de opinión y contundentes anuncios señalando a los países clave que estaban bloqueando cualquier progreso en materia climática, entregamos nuestra petición de 2,7 millones de firmas en persona a todos los ministros clave alemanes y franceses -- reuniéndonos en persona con el presidente francés, François Hollande. Cientos de miembros de Avaaz siguieron a la canciller alemana, Angela Merkel, por casi todos los eventos públicos a los que asistía, instándola a ser una heroína climática. ¿El resultado? ¡Los líderes del G7 dijeron adiós al uso de combustibles fósiles, comprometiéndose a eliminar la contaminación por CO2 en el transcurso de este siglo! Las cosas estaban cambiando.
Por París y por todo aquello que amamos (2015): Con la cuenta atrás a París en marcha, fuimos cientos de miles los que nos registramos para salir a la calle justo antes de la crucial cumbre. Miembros de Avaaz de todo el mundo sacaron adelante eventos y manifestaciones. Pero los trágicos atentados de París nos conmocionaron a todos, haciendo imposible la celebración de la mega marcha de París y otras planeadas en Francia....
Entonces, los miembros de Avaaz respondieron con esperanza y creatividad y, en solo unos días, logramos reunir y colocar una increíble instalación de más de 22.000 zapatos en el centro de París para simbolizar a todos aquellos manifestantes que no pudieron salir a la calle -- ¡el Papa y el Secretario General de la ONU también aportaron sus zapatos!
¡Y, mientras los líderes mundiales llegaban a París, batíamos nuestro propio récord! Desde Sao Paulo hasta Saná, pasando por Sídney, más de 785000 personas salieron a la calle en 2.300 eventos en 175 países -- unidos en una sola voz para pedir un futuro de energías 100% limpias y así salvar todo aquello que amamos. ¡Imagínate si los cientos de miles de personas que se esperaba que salieran a la calle en París y por toda Francia hubieran podido hacerlo también!
Los mensajes y las imágenes de las marchas mundiales corrieron como la pólvora, llegando a las portadas de decenas de importantes periódicos. La prensa nacional e internacional se interesó por ellas y brillaron en una pantalla grande situada en el corazón del centro de la conferencia. Ya habíamos marcado la pauta.
Aún nos quedan décadas de trabajo por delante si queremos estar a la altura de la promesa que nace de este momento. Tenemos que ser más ambiciosos para cumplir con nuestro objetivo de usar energías 100% limpias para 2050 y rebajar la cota que recoge el acuerdo ahora, que habla de “segunda mitad del siglo”. Necesitamos que los países ricos aporten más fondos para que los países en vías de desarrollo puedan prescindir totalmente del carbón y sacar a cientos de millones de personas de la pobreza. Tenemos que hacer que los gobiernos de todo el mundo mantengan el calentamiento del planeta por debajo de los 1,5 grados para que las naciones insulares puedan sobrevivir. Y, sobre todo, debemos asegurarnos de que nuestros gobiernos cumplan las promesas que han hecho aquí en París.
Pero hemos ganado mucho --
La historia nos entrega grandes momentos cuando se notan vientos de cambio -- y uno lo siente en el aire. Lo mejor de nosotros saca ese poder y lo aprovecha para impulsar un nuevo camino. Tal y como nuestros hermanos y hermanas de Sudáfrica consiguieron la igualdad legal, los miembros de la comunidad LGBTQ de Estados Unidos lograron el derecho a casarse con las personas que aman y el movimiento de no-violencia de Ghandi dio nuevas esperanzas a la India, estamos a punto de ver cómo soplan para nosotros esos nuevos vientos de agradable perfume.
Vamos a aprovechar este momento juntos y, juntos, vamos a navegar bajo la vela de la humanidad que compartimos por todos los mares, ríos y lagos que nos dividen. Llevémosle esta promesa del ahora a nuestros hijos para proporcionarles un futuro hermoso, seguro y limpio.
Con una ilusión enorme por todo lo que haremos juntos en los años que están por venir,
Emma, Iain, Alice, Ricken, Oscar, Marie, Ben, Mojgone, Alex, Melanie, Luis, Sam, Nic, Rich, Fatima, Mia, Oli, Pascal, Risalat, Christoph, Stephen, Nataliya, Andrea, Sobaika, Heather y todo el equipo de Avaaz
¡Los líderes mundiales acaban de fijar en las negociaciones sobre el clima de la ONU un objetivo histórico que podría salvar todo aquello que amamos! Es por eso por lo que salimos a la calle, firmamos peticiones, hicimos llamadas, donamos y mandamos mensajes. Es eso lo que habíamos anhelado: un enorme y radiante punto de inflexión en la historia de la humanidad.
A raíz de grandes momentos de crisis, la humanidad ha gestado visiones maravillosas. La Segunda Guerra Mundial dio paso a la Declaración Universal de Derechos Humanos, unos estándares duraderos para nuestro espíritu y capacidades como pueblo único que somos. La caída del régimen del apartheid llevó a Sudáfrica a adoptar la constitución más audaz y progresista del mundo. |
Que visiones ambiciosas como estas se hagan realidad en nuestra vida diaria depende de los movimientos sociales, de su capacidad para integrarlas en el discurso predominante. El día de hoy no es una excepción:
Haz clic para leer la historia de nuestro viaje contra el cambio climático y únete a la celebración. |
Durante las últimas semanas, nuestra comunidad ha jugado un papel extraordinario al contribuir a que se aprobara este acuerdo histórico. Tras haber pulverizado los récords mundiales al salir a la calle por cientos de miles en todo el mundo, llevamos nuestras voces a la cumbre -- literalmente -- recibiendo a las delegaciones con un coro de mensajes personales de los miembros. Después, el equipo de Avaaz le entregó nuestra petición directamente al Secretario General de la ONU, dando comienzo a una serie de campañas increíbles.
"Cuando en 2014 el Secretario General de la ONU convocó su Cumbre sobre el Cambio Climático y cientos de miles de personas salieron a las calles de Nueva York, fue entonces cuando supimos que teníamos el poder ciudadano de nuestra parte." - Christiana Figueres, responsable de las negociaciones sobre el clima de la ONU, hablando del poder de nuestras marchas en su discurso de clausura de la cumbre de ayer. |
Desde el disparo de salida hasta la línea de meta de la conferencia, cada vez que un gobierno bloqueaba el avance de las negociaciones, nosotros respondíamos, y cuando abrían camino, lo íbamos pregonando. Nuestra comunidad ha exigido a nuestros dirigentes que llegaran más lejos a través de 45 acciones diferentes en solo 14 días. Y hemos logrado un impacto increíble:
Y eso fue solo el principio -- nuestras marchas, mensajes y llamamientos en vídeo se exhibieron continuamente en el exterior de la sala principal de negociaciones. Todos los días, les recordamos a Jefes de Estado, ministros y a todas sus delegaciones nuestra presencia, llamándoles a la acción.
Después, tras haber empapelado París de carteles con las caras de los representantes de los peores grupos de presión de las empresas de combustibles fósiles y negacionistas del cambio climático, exigiendo a nuestros ministros que los ignoraran, ¡conseguimos que la representante de la mayor compañía minera del mundo se retirara del todo de las negociaciones!
Cuando se supo que Argentina y Arabia Saudita iban en contra del acuerdo, los miembros de Avaaz de estas dos partes del mundo iniciaron acciones urgentes y conseguimos una extensa cobertura mediática. En Argentina, inundamos de mensajes al nuevo presidente electo, que se había comprometido al uso de energías renovables, para que mandara una delegación a París. Y esta llegó en cuestión de días. El gobierno saudita estaba tan preocupado por la atención pública que un abogado llamó a nuestro equipo en representación del reino para decir que nos iban a demandar.
Y hace solo unas horas la ministra alemana daba las gracias personalmente a los miembros de Avaaz por hacer que ella y su delegación se sintieran respaldados constantemente durante todas las negociaciones.
Cuando pidieron que otros países se unieran a ellos, los miembros de Avaaz lanzamos campañas y empezamos a enviar mensajes a las delegaciones de las grandes economías emergentes -- en unas horas, Brasil había respondido al equipo de Avaaz y, 48 horas más tarde, también se sumó a la Coalición de Alta Ambición. |
¡Y esas son solo algunas de las increíbles campañas en las que hemos trabajado en este corto período de tiempo!
Todo el mundo esperaba que el proceso de la conferencia del clima resultara un fracaso. Los dirigentes nos decían una y otra vez que “a la gente no le importa el cambio climático”. Pero sabíamos que se equivocaban. Sabíamos que esta comunidad, formada por millones de personas, siempre elige salvar nuestro planeta como prioridad fundamental año tras año en nuestro trabajo juntos.
Desde 2007, en Bali, en Copenhague, en las cumbres del G7, en las capitales clave y ahora en París, así es como hemos contribuido a demostrar a los líderes lo equivocados que estaban:
“El elefante se está moviendo” (2008-2009): Durante un año entero, nuestra comunidad dejó todo en un segundo plano para concentrar sus esfuerzos en la Cumbre de Copenhague -- encabezando cientos de vigilias y manifestaciones por todo el mundo, haciendo cientos de miles de llamadas a las autoridades, entregando millones de firmas de peticiones y liderando una Llamada de Atención Mundial a presidentes y primeros ministros. Los dirigentes no lograron hacer historia pero, tal y como expresó un miembro de Avaaz: “el elefante ha comenzado a moverse y, cuando un elefante empieza a moverse, es difícil pararlo…”. |
"Han impulsado el idealismo del mundo… No subestimen el poder que tienen sobre los dirigentes aquí presentes". - Gordon Brown, ex-primer ministro del Reino Unido, 2009. |
Nos negamos a perder la esperanza (2010-2013): A pesar de que el resultado de Copenhague fue decepcionante, nuestro movimiento nunca perdió la esperanza. En lugar de eso, en cada país y a cada oportunidad que se nos presentaba, los miembros de Avaaz seguían luchando con uñas y dientes para lograr las políticas que necesitábamos en materia de cambio climático. Organizamos una protesta en la Cumbre de Durban en solidaridad con los países en vías de desarrollo, montamos vigilias con velas tras el desastre nuclear de Japón y creamos una petición mundial de 1,5 millones de firmas para salvar nuestra preciada Amazonía.
Construyendo nuestro movimiento (2010-2013): Copenhague nos enseñó que teníamos que ser mucho más grandes si queríamos derrotar a los grupos de presión de la industria de combustibles fósiles y convencer a nuestros dirigentes. Y eso es lo que hicimos: ¡pasar de ser 3 millones de miembros a ser más de 30 millones!
La marcha por el clima más grande de la historia (2014): Tras haber trabajado codo con codo con muchas organizaciones afines y después de meses de preparativos, organizamos la mayor marcha por el clima de la historia -- 400.000 personas en Nueva York y otras 300.000 por todo el mundo -- en vísperas de una crucial Cumbre sobre el Clima de la ONU. Todo para trasladar este potente mensaje: el mundo quiere energías 100% limpias. Semanas más tarde, EE.UU. y China firmaron un acuerdo histórico para reducir sus emisiones. El momento político en materia climática había cambiado.
"Nuestra ciudadanía sigue saliendo a la calle. No podemos hacer como que no los oímos. Tenemos que dar una respuesta". - Barack Obama, en su discurso ante la ONU, 2014 |
Por París y por todo aquello que amamos (2015): Con la cuenta atrás a París en marcha, fuimos cientos de miles los que nos registramos para salir a la calle justo antes de la crucial cumbre. Miembros de Avaaz de todo el mundo sacaron adelante eventos y manifestaciones. Pero los trágicos atentados de París nos conmocionaron a todos, haciendo imposible la celebración de la mega marcha de París y otras planeadas en Francia....
Entonces, los miembros de Avaaz respondieron con esperanza y creatividad y, en solo unos días, logramos reunir y colocar una increíble instalación de más de 22.000 zapatos en el centro de París para simbolizar a todos aquellos manifestantes que no pudieron salir a la calle -- ¡el Papa y el Secretario General de la ONU también aportaron sus zapatos!
¡Y, mientras los líderes mundiales llegaban a París, batíamos nuestro propio récord! Desde Sao Paulo hasta Saná, pasando por Sídney, más de 785000 personas salieron a la calle en 2.300 eventos en 175 países -- unidos en una sola voz para pedir un futuro de energías 100% limpias y así salvar todo aquello que amamos. ¡Imagínate si los cientos de miles de personas que se esperaba que salieran a la calle en París y por toda Francia hubieran podido hacerlo también!
Los mensajes y las imágenes de las marchas mundiales corrieron como la pólvora, llegando a las portadas de decenas de importantes periódicos. La prensa nacional e internacional se interesó por ellas y brillaron en una pantalla grande situada en el corazón del centro de la conferencia. Ya habíamos marcado la pauta.
Aún nos quedan décadas de trabajo por delante si queremos estar a la altura de la promesa que nace de este momento. Tenemos que ser más ambiciosos para cumplir con nuestro objetivo de usar energías 100% limpias para 2050 y rebajar la cota que recoge el acuerdo ahora, que habla de “segunda mitad del siglo”. Necesitamos que los países ricos aporten más fondos para que los países en vías de desarrollo puedan prescindir totalmente del carbón y sacar a cientos de millones de personas de la pobreza. Tenemos que hacer que los gobiernos de todo el mundo mantengan el calentamiento del planeta por debajo de los 1,5 grados para que las naciones insulares puedan sobrevivir. Y, sobre todo, debemos asegurarnos de que nuestros gobiernos cumplan las promesas que han hecho aquí en París.
Pero hemos ganado mucho --
- Al menos 100.000 millones de dólares de financiación para que los fondos sigan fluyendo hacia los países más pobres después de 2020;
- La promesa de reunirse cada cinco años para aumentar la ambición y acercarnos cada vez más al día en que la idea de un mundo con cero emisiones netas se haga realidad; y
- El acuerdo a nivel internacional de que el cambio climático es un problema mundial que requiere de cooperación por parte de todos los países, desde Arabia Saudita hasta España, pasando por Senegal, para poder llevar una promesa de futuro a esta familia humana que somos.
La historia nos entrega grandes momentos cuando se notan vientos de cambio -- y uno lo siente en el aire. Lo mejor de nosotros saca ese poder y lo aprovecha para impulsar un nuevo camino. Tal y como nuestros hermanos y hermanas de Sudáfrica consiguieron la igualdad legal, los miembros de la comunidad LGBTQ de Estados Unidos lograron el derecho a casarse con las personas que aman y el movimiento de no-violencia de Ghandi dio nuevas esperanzas a la India, estamos a punto de ver cómo soplan para nosotros esos nuevos vientos de agradable perfume.
Vamos a aprovechar este momento juntos y, juntos, vamos a navegar bajo la vela de la humanidad que compartimos por todos los mares, ríos y lagos que nos dividen. Llevémosle esta promesa del ahora a nuestros hijos para proporcionarles un futuro hermoso, seguro y limpio.
Con una ilusión enorme por todo lo que haremos juntos en los años que están por venir,
Emma, Iain, Alice, Ricken, Oscar, Marie, Ben, Mojgone, Alex, Melanie, Luis, Sam, Nic, Rich, Fatima, Mia, Oli, Pascal, Risalat, Christoph, Stephen, Nataliya, Andrea, Sobaika, Heather y todo el equipo de Avaaz
Friday, December 11, 2015
elementos esenciales para acuerdo global climático
La Liga de la Tierra, con el apoyo de la Fundación de Retos Globales (Global Challenges Foundation), publica la primera “Declaración de la Tierra” ante las negociaciones del clima 2015
LONDRES, 22 de abril 2015 —En estos momentos son necesarias medidas audaces por parte de tomadores de decisión para lograr un acuerdo internacional exitoso que reduzca el riesgo de un peligroso cambio climático, dicen científicos líderes el día de hoy durante el lanzamiento de la “Declaración de la Tierra”, de la Liga de la Tierra (Earth League).
LONDRES, 22 de abril 2015 —En estos momentos son necesarias medidas audaces por parte de tomadores de decisión para lograr un acuerdo internacional exitoso que reduzca el riesgo de un peligroso cambio climático, dicen científicos líderes el día de hoy durante el lanzamiento de la “Declaración de la Tierra”, de la Liga de la Tierra (Earth League).
El presupuesto mundial de carbono se agotará en 2034
Según un estudio presentado por PwC, el mundo va camino a agotar en los próximos 21 años, el presupuesto de carbono estimado para los próximos 89
Buenos Aires, noviembre de 2013.- PwC presentó su 5to Índice Anual de Economías de Bajo Carbono, que analiza la cantidad de carbono que se emite en relación con la energía por unidad de PBI necesaria para limitar el calentamiento global a 2°C. Según el estudio, y tomando como referencia el 5to Informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático), el planeta se encamina a un calentamiento global de unos 4°C para el año 2100.
El informe advierte que este nivel de calentamiento “tendrá consecuencias graves y de amplio alcance”. Por ello, será necesario que los ciclos de planificación para la inversión en negocios e infraestructuras tomen conciencia en sus decisiones.
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