La turba es un material orgánico, de color pardo oscuro y rico en carbono. Está formado por una masa esponjosa y ligera en la que aún se aprecian los componentes vegetales que la originaron. Se emplea como combustible y en la obtención de abonos orgánicos.
La formación de turba constituye la primera etapa del proceso por el que la vegetación se transforma en
carbón mineral. Se forma como resultado de la putrefacción y
carbonificación parcial de la vegetación en el agua ácida de
pantanos,
marismas y
humedales.
La formación de una turbera es generalmente lenta como consecuencia de
una escasa actividad microbiana, debida a la acidez del agua o la baja
concentración de oxígeno. El paso de los años va produciendo una
acumulación de turba que puede alcanzar varios metros de espesor, a un
ritmo de crecimiento que se calcula de entre medio metro y diez
centímetros cada cien años.
Las
turberas son cuencas lacustres de origen
glaciar
que actualmente están repletas de material vegetal más o menos
descompuesto y que conocemos como turba de agua dulce. La turba se
acumula debido a que la
putrefacción de la materia vegetal es muy lenta en
climas fríos. La materia vegetal que se acumula por debajo del nivel del agua de un lago está en unas condiciones de continua
saturación y de poca disponibilidad de
oxígeno, fomentando así la actividad de los transformadores. En estas formaciones tenemos un suelo de tipo
histosol.
Tipos
Se pueden clasificar en dos grupos: turbas rubias (
esfagno) y negras. Las
turbas rubias tienen un mayor contenido en
materia orgánica y están menos descompuestas. Las
turbas negras están más mineralizadas y tienen un menor contenido en
materia orgánica.
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Aplicaciones
En estado fresco alcanza hasta un 98% de humedad, pero una vez desecada puede usarse como
combustible.
La turba también se usa en
jardinería para mejorar
suelos por su capacidad de retención de agua.
Es más frecuente el uso de turbas rubias en
cultivo sin suelo,
debido a que las negras tienen una aireación deficiente y unos
contenidos elevados en sales solubles. Las turbas rubias tienen un buen
nivel de retención de agua y de aireación, pero son muy variables en
cuanto a su composición ya que depende de su origen. La inestabilidad de
su estructura y su alta capacidad de intercambio catiónico interfieren
en la
nutrición vegetal, al presentar un
pH que oscila entre 3,5 y 8,5. Se emplea en la producción ornamental y de plántulas.
La turba negra se utiliza en algunas zonas de
Escocia para el secado de los ingredientes del
whisky,
al que da un aroma único. Son suelos carbonosos que se han formado como
resultado de una descomposición libre de oxígeno de las plantas
muertas. La turba natural es ácida y contiene mucha agua. Posee
compuestos químicos que se usan para el tratamiento de la
piel. Oscila entre los 5 y los 8 grados centígrados de temperatura.